jueves, 7 de octubre de 2010

ROSA III.

SEXOADICTA.

Rosa es sexo-adicta. Les es imposible dejar de pensar en sexo más de dos minutos. Ella lo sabe porque una vez se midió el tiempo con su reloj; y ante un hombre que le gusta le es imposible no ofrecérsele en carne. Hay que decir que casi todos los hombres que ha conocido hasta el momento (tiene 25 años de edad y han sido muchos los hombres) le han gustado; también debe aclararse que sólo se ofrece si hay condiciones favorables para ello; si no las hay, Rosa siente el deseo irrefrenable de crear o buscar ésas condiciones favorables, entiéndase: fiestas, reuniones sociales de todo tipo, quedar a solas en una pieza o en un ascensor con un hombre, lanzar miradas, coquetear, manipular, mentir, decir la verdad, buscar amistad, inventar pretextos, intrigar, etc etc etc.
Soy una puta, se dice Rosa.
Puta, para Rosa, es un estado que puede ser más o menos intenso. Según opinión de Rosa, si la puta cobra por putear, entonces es una puta que se valora. Mientras más alto cobre la puta se valorará más y menos intensa será su calidad de puta. La puta será más puta mientras menos cobre. Rosa es la más intensamente puta de todas puesto que es gratuita, según ella no se valora y anda siempre regalándose.
Como es sexo-adicta, la compulsión sexual no acaba cuando no están presentes las condiciones favorables, esto significa el consumo de cantidades regulares de pornografía de todo tipo acompañado de los correspondientes masajes clitoridianos. Cuando no tiene acceso a lo porno, su propia imaginación hace de excelente sucedáneo. Dentro de lo porno Rosa incluye no sólo lo propiamente porno, sino además cualquier tipo de material que le ayude a crear una fantasía erótica que la excite. Casi cualquier cosa puede excitar a Rosa: un poema, una canción, la foto de un diario o revista de Brad Pitt, una voz de hombre que escuche por ahí, peregrinos olores, su propio olor a culo o a vagina, un color asociado a algún evento pasado, otra mujer besando a su novio y el mismo novio, una conversación etc etc.

A Rosa le gusta mucho culear; sí, le gusta, no se puede resistir, pero también sufre y sufre porque se trata de una adicción. A través del sexo ella busca llenar una suerte de vacío que, más bien, es el espacio de la angustia en donde nada hay sino pensar en ése vacío y en el que vendrá y donde sólo vislumbra un abismo cada vez más horroroso. Con el sexo ya no está en el vacío y, por tanto, no piensa en él ni en el que se avecina, sólo existe ése presente de éxtasis y dicha, carente de pasado y futuro. El caso es que no se puede andar las 24 horas del día follando ya que, necesariamente, el coito sólo dura unos minutos, luego acaba y queda otra vez el vacío. Ahí nace el círculo vicioso y ya tenemos todo el tiempo la cabeza de Rosa llena de sexo.
Lo que Rosa sueña es encontrar el amor, ser amada. A través del sexo, Rosa busca el amor, pero a la vez ella misma razona que los hombres nunca amarán a la puta gratuita, la mujer fácil sólo será despreciada, he aquí el otro círculo vicioso, el infierno en el que Rosa está cautiva. A pesar de sus teorías, Rosa no deja de ser una ofrecida, sigue buscando, esperando que ésta vez sí, un hombre la ame y por eso es cada vez más gratuita sabiendo de antemano que será despreciada. El saber con antelación le causa depresión; cuando ya es despreciada se profundiza ésta depresión, la tristeza y la angustia insoportable la hace nuevamente buscar el sexo para escapar, y otra vez lo mismo hasta el infinito. No perdamos de vista el hecho de que a Rosa le gusta mucho el sexo y conforme pasa el tiempo y sus experiencias se van haciendo más abundantes y variadas, le va gustando más y más experta se hace. El sexo es la bebida amargadulce de Rosa, Rosa es maestra en el arte del placer carnal.

3 comentarios:

K. dijo...

Viva Rosa!

Saludos :)

Anónimo dijo...

O tal vez lo que le ocurre a Rosa es que todavia no ha encontrado la "pieza que encaje" en su puzle sexual y de ahí su interes en buscar y seguir probando.

Cristián Kristian . dijo...

Tal vez, Suya, tal vez sea eso que dices.
Gracias por tu visita