miércoles, 6 de abril de 2011

MARGINAL Y VICIOSO (Parte 8).

Cuando tenía 15 años ocurrió algo que definitivamente invadió mi espíritu con fuerza inusitada. Desde la cima de un montículo nos asomábamos agazapados con Joshua y "Ojo torcido" -un muchacho griego de 16 años de edad- acechando a dos buitres que comían abajo de nosotros. Formaba parte de una diversión cruel el cazarles con boleadoras cuando estaban en tierra comiendo; era muy fácil hacerlo ya que esas aves son muy glotonas cuando comen y no pueden volar con sus buches llenos de carroña. Cuando "Ojo torcido" se aprestaba a lanzar la boleadora, los buitres corrieron tratando de escapar. Pensamos que se habían percatado de nuestra presencia, mas pronto nos dimos cuenta que el motivo de su espanto era un grupo de soldados de a caballo que arriaban, como si fuera ganado, a dos mujeres que cargaban, cada una, un madero sobre sus hombros. La abrupta aparición me desconcertó y por un instante no reparé en lo que veía.
-Crucificarán a esas mujeres- dijo Joshua. Atrás de los soldados venía un grupo de hombres levantando polvo por su gran número. La cantidad de soldados también era grande comparado con lo que yo había observado en las crucifixiones.
Son mujeres- dije en alta voz lo que en realidad pensaba para mí.
-Sí, son mujeres, Khazim.
-¿cómo es posible?
-¿qué preguntáis, Khazim?, ¿no sois vos el que dice que todo es posible, hasta lo insoportable?, cometieron algún delito y los romanos las crucifican, eso es todo.

Una perturbación que antes no había experimentado me subió desde abajo hasta la cabeza. La cruz es un suplicio horrible y .......¿las mujeres también han de vivirlo?. Sí, también pueden llegar a ser criminales y condenadas y víctimas, y los azotes, los clavos, la sangre manando, la cruz áspera sobre su piel, su desnudez, su desnudez, sus vergüenzas de mujer expuestas, desnuda y humillada una mujer ¡por los dioses¡ me dije temblando. Sentí un leve mareo en mi cabeza y tragué saliva.

-Y ¿las crucifican como a los hombres? quiero decir ¿las flagelan?, ¿las desnudan?.
-Jajaja, pues sí, ¿os impresiona?, ¿no lo sabíais?
-no, nunca vi a una mujer ser crucificada, sólo a hombres.
-las flagelan antes, las hacen cargar el patíbulo a veces, las desnudan y las clavan a la cruz como a los hombres. En realidad no lo hacen igual, aunque a veces sí, nunca se sabe con los romanos son muy caprichosos. En la mayoría de las crucifixiones de mujeres que yo he visto las crucifican de pecho.
-¿de pecho? ¿cómo es eso?
-el hombre es colgado de espalda, su cara está mirando a los que observan, la cruz está atrás de él. La mujer, en cambio, es colgada de pecho, da la espalda al público mirón, muestra su culo desnudo. Pero no significa que lo vayan a hacer siempre así. He visto hombres crucificados de pecho como una mujer y mujeres colgadas como un hombre de espaldas. A veces los colocan de cabeza, o sin patíbulo. Seguramente a éstas las crucificarán como siempre, de pecho, es lo más probable, ya veréis.
-¿y por qué hacen esa variación?, ¿a las mujeres de pecho?
-hacéis demasiadas preguntas, pagano, ¿qué os importa?.
-¿no lo sabéis? es para humillarlas- dijo "Ojo torcido".
-a los hombres también los humillan, pero los crucifican de espalda- dije yo.
-la cruz siempre es para degradar, para maldecir y dejar infame al desdichado, que los dioses os libren de esa muerte, Khazim, y a todos nosotros. El hombre es despojado de sus vestiduras y puesto de espalda para que todo el que pase por el frente de la cruz vea sus vergüenzas colgando; para que vean que se mea de miedo y dolor y para que vean finalmente cómo se le pone enhiesto el sexo cuando ya está a punto de morir, entonces el ultraje es mayor y objeto de burlas.
-eso ya lo sé, "Ojo torcido", mas la mujer ¿por qué es colgada de pecho?
-para humillarla también, verás, la mujer al ser crucificada expone su culo desnudo y azotado. Como las mujeres son débiles y sin fuerzas, la fatiga y el dolor que sienten es atroz, yo creo que superan al del hombre, de modo que la mayoría de ellas, por no decir todas, se cagan a los ojos de aquellos que las están mirando. A los hombres rara vez les sucede eso, a las mujeres casi siempre, así tenéis que cada cual sufre lo suyo, cada cual es degradado allí donde más es débil y bajo y donde más le duele.

Las palabras de "Ojo torcido" me parecieron escalofriantes y fascinantes a la vez. Supe que era algo que había esperado toda mi vida para ver y deleitarme. Pocas veces había visto la desnudez de una mujer. Cuando niño, a la edad de siete años recordaba haber visto un pecho a mi madre que se le había salido por accidente cuando buscaba agua en un oasis, y al visitar el reino Sabeo pude apreciar las tetas desnudas de unas mujeres negras de Etiopía. Le había oído a mi padre decir, en esa oportunidad, que allá en Etiopía los negros andaban desnudos sin ningún tipo de vergüenza y que, a pesar de seguir al dios de los hebreos, no tenían demasiado pudor en relación a la exhibición de sus cuerpos argumentando el mucho calor que hay en aquél país. Desde siempre había visto mujeres cubiertas desde la cabeza a los pies por lo que la crucifixión de aquéllas dos me produjo una gran curiosidad y agitación. Los ojos de mis compañeros demostraban la misma ansiedad y sin decírnoslo siquiera nos dirigimos abajo para seguir el camino de las dos mujeres condenadas.
CONTINUARÁ.

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