sábado, 10 de diciembre de 2011

ESPEJO 6.

Había dicho que el efecto espejo ocurre con la escritura: todo lo que se escribe, y siempre que lo escrito no haya ocurrido, se cumple. Y como se trata de la magia del espejo, es decir del rebote, lo que escribimos nos sucederá a nosotros los que escribimos, se nos devolverá. Los primitivos ya lo sabían, pero como no habían inventado la escritura entonces dibujaban sobre las paredes de las cavernas o en las piedras; el arte rupestre. Si querían acabar con el enemigo o tener buena caza, pintaban los dibujos correspondientes. A veces los muertos o cazados eran ellos, cómo no si se trataba de un efecto rebote, y a veces nada pasaba porque dibujaban el pasado. Para evitar las difusas interpretaciones inventaron las danzas: antes de ir al combate se echaban una bailadita. La danza de la guerra. Inventaron muchas danzas: de la guerra, la nupcial, de la muerte etc. Terminaron por darse cuenta que la magia no puede ser gobernada, ésta se manda sola pero no por eso dejaron de pintar o bailar, el impulso era más fuerte hasta que se olvidaron del efecto espejo y sólo pintaron y danzaron sin más.


Yo te venía dibujando desde hace mucho y después de dibujarte te escribí, te describí con detalles, con aquellos que me interesaban sobremanera, con los que me salían y los que ya sabes. Después hice cuentos e historias en donde eras la protagonista o aparecías tangencialmente, mas siempre aparecías o te las arreglabas para. Te ibas acercando. Yo, cómo no, también aparecía en esos cuentos de distintas maneras; pero no sabía, yo no sabía de dónde venían esas historias ni quienes eran esos personajes. Me dije que, tal vez, de otra vida o del abismo oscuro de mi cabeza; muchos avatares de un solo yo que era yo; eso pensé y me estaba convenciendo hasta que apareciste, te hiciste realidad, todo se cumplió y lo que había escrito en forma de cuento me fue devuelto con la fuerza de una ola de mar que me golpeó dejándome knot kout.