Esa...

Esa  pájara sólo era hija del viento.

QUÉ HACES

¿Qué haces tan lejos de tu árbol, pájara triste?

¿por qué vagas tanto? 

¿hasta dónde volarás?

TENÍA GANAS...

Tenía ganas de que llovieran cuchillos, de que se abriera la tierra y se tragara los edificios, de que se cayeran los árboles y el tendido eléctrico, de que bailaran las calles de asfalto y concreto, de que el mar subiera y la montaña bajara; tenía todas esas ganas porque sabía que nada nos iba a pasar, nada nos iba a dañar si todo aquello hubiera ocurrido.

Tenía ganas de arrancarte la ropa y comerte.

JULIA CANÍBAL.

Sus tobillos están juntos, tocándose, unidos por una argolla de acero tan apretada que llega a lastimar su piel. Cuelga de cabeza, completamente desnudo y sudoroso, sus manos atadas por detrás. La sangre se le agolpa a la cabeza presionando su frente, casi haciendo estallar sus ojos y las venas de las sienes. Siente su cara roja y mojada, su boca amarga. No hay nadie, está solo en el sótano mas ruega piedad en un susurro, sabe lo que le espera. AY, dice, AY AY, está que se caga que se mea porque será tratado como animal en el matadero. No, no será tratado; es un animal en el matadero: cuelga boca abajo, está sin ropa, suda a mares, músculos crispados, abdomen hundido, está asustado y sabe que bufará de dolor cuando comiencen a cortar sus genitales por lo tanto es, necesariamente, un animal para el sacrificio, un nuevo Isaac sin retorno ni salvación.
En un momento piensa que tal vez lo acuesten en la parrilla y enciendan el fuego con llama tenue. Tiene la esperanza de que, en cualquier caso, se desmayará, se desvanecerá. Flotará desnudo por siempre y entrará a la oscuridad sin darse casi cuenta. Es una esperanza. Pronto será devorado. Rueguen por él imagínenselo, piensen, pónganse en su lugar y si son creyentes, oren. 
Al otro lado de la pared la maestra Julia afila su cuchillo y prepara la parrilla. Se ha decidido por un asado a fuego lento, mas como sabe que los comensales gustan de la carne fresca (porque tiene un sabor especial que estimula los sentidos y por ende el alma) planea cercenar el pene y las criadillas a mitad del proceso, esto es , en pleno concierto de alaridos del animal. Ella es una verdadera maestra, detallista a más no poder y sabedora de todos los secretos del arte culinario. En sus clases siempre dice a sus discípulos que no es lo mismo degollar al animal y luego ponerlo sobre la parrilla a fuego tenue, no es el mismo sabor el de un animal muerto que el de uno vivo retorciéndose de dolor y se debe apostar siempre por la frescura. Y no sólo cortará cuando el animal se esté dorando (y aullando por el dolor) lo hará, y éste es el secreto del sabor según ella, lo hará luego de haber masturbado con su propia mano al hombre y en pleno derrame de su leche de macho, entonces y sólo entonces comenzará a cortar , primero los testículos y luego el pene erecto, apartará  estos filetes aderezados con la propia sangre y líquido seminal, los freirá en aceite de oliva y estará listo el platillo de fondo que será sorteado durante la noche del festín entre los comensales. "Placer y dolor" se llama el plato porque precisamente son esos los ingredientes principales, placer y dolor. Piensen también en aquello: imagínenselo y busquen con sus lenguas lo que podrían sentir los comensales de esa noche de festín. Piensen también en Julia.

 NO, mejor no piensen en ella, dicen que es peligroso, que si uno piensa en ella, de alguna forma la invoca, eso dicen.

CAMINANTE 4.

Caminando por el borde, caminando por el borde, caminando por el borde siempre y desde ahora para ver si me caigo si me pasa a llevar un auto, si me desmayo saltándome comidas en el día, sobre todo saltándome comidas, el hambre se supera y el cansancio y el miedo, caminando por el borde, buscando instrucciones y compañía, sobando sombras, haciendo oscuras y melancólicas compañías, buceando por donde no se debe bucear, apenándote cuando te dejan solo, suspirando en los rincones sabiendo que nadie te escucha, sintiendo que esto ya lo viviste hace algún tiempo,  caminando por el borde, metiéndote los dedos en la garganta, no pidiendo auxilio cuando el dolor arrecia para probar bravura para que te envuelva la cabeza el dolor y poder pensar con furia a ver si eso sirve para ya no sentir el dolor y escupir sangre extraña que no se sabe de dónde viene, caminando por el borde, toreando amenazas teniendo absurdas esperanzas de algo que ya no pasará y quisieras gritar y dejar una cagada y llorar libremente o atrincherarte en casa disparando un fusil a los lacayos del orden público gritándoles, yanaconas arrastrados perros amariconados, caminando por el borde y saltar al fin a un agua receptiva y acogedora de sujetos como tú, un agua envolvente y fresca oxigenada, azul y celeste y brillante de sol.

CAMINANTE 3.

El invierno porque es invierno, la primavera porque es primavera, la costa porque es húmeda, los árboles porque son verdes y porque son árboles, por cómo  me hablas, porque no me hablas, porque sí me hablas, por las frases hechas, por las no dichas, por todo me duele. Ya terminó la historia ¿habrá terminado realmente? por supuesto que yo deseo que sea una historia sin fin.

Ayer hubo una tormenta tan fuerte dentro de mi cuerpo, una espantosa y dolorosa tormenta. Vi ratas gigantes, burros verdes, manchas negras en el aire. Hoy pasó, hoy estoy sereno y hasta humilde ¿qué será que tengo dentro? un germen seguramente, el grano que todos llevamos y que a mi ya se me comenzó a manifestar.
Quiero ir al oráculo ¿consulto al oráculo? ¿para qué? eso ya no tiene caso, ella tiene razón, yo no puedo darle el amor que ella requiere porque ese amor debe sostenerse sobre algo. Algo, entiende bien, algo. Nada tengo, sólo una impotencia feroz, nada. 
Le pregunto al tarorista ¿volveré a verla de nuevo algún día, volveré a verla en mi vida? ¿es cierto que me quiere o sólo lo dice de la boca para afuera, para no herirme?
¿Por qué no voy a buscarla? ¿por qué no hago el loco, un super loco? un salto al vacío, desde un acantilado con la esperanza de caer sobre una almohada de plumas que de arriba no se ve, eso es hacer un loco, un super loco. Tendría que irme caminando hasta ella desde mi casa, atravesar América ¿tendría sentido algo así? y supongamos que llegue ante ella después de un par de años de miserias, ahorros y desastres, con las patas cocidas, más viejo y más flaco y más enfermo y ella me dice, ¡que loco estás¡ si ya hace años te había dicho que no te quería que sólo quedas como un amigo a la distancia en un rincón de mi cuore, hace años que soy otra ya ni me acordaba de ti y que la etapa superada y la evoluchion.
Todo esto es ridículo, pensar y escribir esto lo es, insensato. 

CAMINANTE 2.

Camino en las mañanas y en las tardes por las calles alumbradas por este sol desteñido. Todos hacen su vida, todos con vidas normales con futuros y pasados que ya pasaron; todos con proyectos más o menos uniformes, todos caminando sin buscar nada.
Busco cosas nuevas en las esquinas y en el cielo; busco autos y personas, nubes y animales; busco y nada, nada. Camino y camino, avanzo manzanas sin descanso. Llego a un barrio que no conocía y me meto a un cyber-café. Busco las cosas nuevas en el internet y no las hallo. Salgo del cyber y camino un poco más allá para meterme a otro cyber como si el internet de éste fuera otro internet de un mundo diferente al anterior; busco en ésta red y cero son los resultados, chateo un rato y cero son los resultados, ya no hay cosas nuevas o están demasiado escondidas en lugares que ignoro. Me harto de los internets y de los cybercafés y de los cafés y sigo mi rumbo. Camino tanto que mis zapatos ya están rotos en la planta y me hacen doler los pies, los pies hirviendo de ira y de transpiración. Me siento en el banco de una plaza desconocida; nunca había venido por este lado de la ciudad .....me falta mucho por conocer. Me toco la encía, la tengo infectada, espero a que se sane por sí misma y no se sana ..se ve difícil esto último, se ve más fácil sanar mi gripe, cuando digo sanar hablo de sanar por sí misma, espero la sanación. Me voy a casa al otro lado de la ciudad; llego tarde, me acuesto, duermo mal y cansado. Al otro día sigo enfermo y enfermo me levanto y voy al cyber, pero Claudia no está, le dejo una carta y me voy de nuevo a mi pieza a encerrarme para el resto del día. Con la fiebre mi imaginación se pone furiosa y desordenada, casi malvada. No es gripe, sólo un fuerte resfriado; me duele la cabeza y decaimiento al por mayor.
La percepción del tiempo cambia, parece que ha pasado mucho tiempo desde que conocí y hablé por última vez con Claudia. Mi cabeza no deja de preguntarse y lamentar, todo se me acaba y ¿qué haré?, una sola es la cosa que se me acaba y eso es el tiempo. La inflamación de la encía se va, por lo menos eso, para malestares con el dolor de cabeza basta y sobra. Pero las inflamaciones van y vienen.

CRUCES IV.

VIERNES SANTO.

La semana santa recién pasada no vio a ningún cristo ser crucificado por la tele, pero cada noche tenía muchísimas visiones de ser él el crucificado: el atrapado en la cruz, cocido con clavos al madero, casi muerto por la fatiga que le producía un dolor imaginado que se suponía muy grande, insoportable y extraño. La palabra extraño la usaba en sus pensamientos como equivalente a algo nuevo nunca antes vivido, totalmente raro y, por cierto, desagradable y escalofriante. También pensaba que la palabra atrapado era adecuada y se repetía en sus pensamientos: colgado de una cruz para morirte, mas al mismo tiempo impidiéndote una muerte pronta; la cruz obstaculizándote cualquier movimiento a fuerza de sufrir, pero al mismo tiempo negándote la posibilidad de quedarte quieto y descansar un poco. Atrapado como en una tela de araña y solo, solo aunque se vean otras cruces al lado con sus respectivos supliciados colgados de ellas, solo, solo como aquellos, solo a pesar de que una turba de observadores se burla de la humillación y del dolor ajeno junto a mirones curiosos y mórbidos. Se repetía dentro de su cabeza esas palabras como si fueran una oración.
No vio a ningún Jesús de la pasión por la tele, pero el Viernes santo en la noche se topó, en un canal, con un Pedro en la cruz. Un viejito calvo y de barba blanca que fue crucificado de cabeza. Al momento de ser desnudado por los soldados se percibía que tenía un físico en forma, no era el cuerpo de un anciano, era sólo un actor que hacía de viejo. El Pedro resistía bien al ser clavado en las muñecas, aguantaba casi, casi estoico y al ser izado invertido, no pegaba ningún alarido como, se supone, debería haber pasado. Este Pedro sí que estaba solo, los soldados se iban del lugar y nadie, salvo un niño pastor que pasaba por ahí, quedaba acompañando al crucificado. No había otros crucificados. Solo y de cabeza con dolor extra, el de cabeza. El niño pastor quedaba mirándolo, se supone que conmovido, ni morboso ni sapo curioso, después empezaban a pasar los créditos y la película terminaba. Apagaba la tele y la luz del living donde se encontraba. En la oscuridad volvía a ver la imagen de la respiración agitada del pecho sudoroso y ensangrentado de ese Pedro clavado de cabeza en la cruz. Más que cristo, aquel Pedro lo identificó más y lo sintió más cercano, estaba más solo al momento de la muerte, ni siquiera habían espectadores morbosos o burlones, quizás si sus amigos se habían enterado del lugar donde había sido crucificado y si no se enteraron, Pedro quedaría allí, en esa soledad y dolor hasta después de su muerte, luego vendrían cuervos y/o buitres a darse un festín con el cuerpo, tal vez en la noche aparecerían ratones para dar también una probadita. El se imaginó aún agónico cuando aparecían los pájaros siniestros quienes se daban cuenta de su vulnerabilidad y no esperaban a que expirara para comenzar a picotear y desgarrar la piel y la carne y sus alaridos se perdían en las tinieblas sin que nadie los escuchara. La sangre y la carne palpitante e inofensiva enardecían aun más a las aves que se peleaban por darle picotazos. Al pelearse ellas se dilataba el almuerzo y, como consecuencia, su suplicio. La imagen se difuminaba de su cabeza y sólo quedaba la oscuridad del living. Miró por la ventana hacia la calle; todo se veía solitario. No era una noche oscura a pesar del cielo nublado. Es una noche gótica, se dijo. A lo lejos se escuchaba música de alguna fiesta. Se preguntó qué celebrarían un Viernes santo ¿acaso la muerte de cristo? nada celebran, sólo es una noche de un feriado. Familias reunidas, amigos tomando cerveza, asado a la parrilla, música tecno o cumbianchera, guitarras alrededor de un fogata. Se preguntó qué estaría haciendo ella en esos precisos instantes. Se sintió cansado y se fue a dormir. Luego de dos horas sin lograr conciliar el sueño se levantó al baño. Una sensación de asco lo invadió y vomitó en la taza un líquido negro; le pareció sentirse bien después de eso, descansado y libre; se sentó en la taza un rato, pero no tenías ganas de cagar, tampoco de orinar. Sentado volvió a pensar en ella ¿qué estaría haciendo ahora? seguro que durmiendo, más que seguro, ella casi no conoce el insomnio, dijo en voz alta. 
Se levantó de la taza y se miró en el espejo, se encontró viejo y demacrado, su cuerpo en calzoncillos sólo hecho de huesos y piel. Volvió a la cama cansado y se durmió. 

NOTAS DE LA JECHU 5.

                            PSICÓPATA.

Titán me dijo que yo era una psicópata. Vos, hueona, soi una psicópata, me dijo. Pero yo no me encuentro psicópata, 100 % psicópata, como un 80 % no más de psicopática, pero no totalmente psicópata. Para ser psicópata una tiene que ser desalmada sin empatía, como un robot, como una termineitor y a mí me queda su restito de buen corazón. Si fuera una psicópata me importaría una mierda lo que pensara el Titán  y no es así. Yo digo que no soy psicópata pero, eso sí, soy malula, mala que no es lo mismo que ser psicópata porque una psicópata está más allá del bien y del mal, es como una máquina y a la malvada le gusta hacer maldades; a mí me gusta hacer maldades y me cago de la risa haciéndolas, pero también me puedo poner a llorar a veces. El Titán me dice que las lágrimas mías son de cocodrilo, que las mujeres lloran por cualquier huevá y que lloran mucho y que cuando las cosas abundan pierden su valor y me pone el ejemplo de que si el oro estuviera regado por el suelo a nadie le interesaría; después me sale con el cuento de la inflación que se produce cuando hay mucho billete circulando y que cuando eso pasa la plata pierde su poder adquisitivo; cuando me dice todo eso no sé que contestarle y dejo que me rete. A mí me da un gustito que me rete el Titán, claro que yo no se lo digo a él. Cuando me reta me siento importante para él y eso me calienta el choriflai.
Al Titán le dio con que yo era psicópata cuando me hizo responder el test de la mamá con sus dos hijas. El test es un cuento de una mamá que tiene dos hijas. Al final del cuento viene una pregunta que una debe responder. Si aciertas en tu respuesta entonces piensas como psicópata y es muy probable que lo seas. Yo contesté bien, me pareció obvia la respuesta y entonces el Titán me quedó mirando y me dijo,  vos huevona soi una psicópata. El cuento es este, y lo copio textual:

"Había 3 mujeres: 2 hijas y una madre que se amaban mucho. La madre había quedado viuda cuando las niñas eran jóvenes. Ahora las niñas tenían 34 y 30 años respectivamente; se llamaban Blanca y Alba.
Un día la madre se muere causando un gran dolor a las dos hermanas. Blanca sintió una gran congoja ya que era la mayor y en cierta medida se sentía responsable por su hermana Alba.
Al funeral asiste gran cantidad de personas; la vieja era muy querida entre sus amistades.
De pronto, en medio de la multitud, Blanca (la hermana mayor) divisa a un hombre que no conoce, es más o menos de su edad; pregunta a los demás por él y no recibe respuestas satisfactorias; nadie conoce al individuo. De un momento a otro Blanca decide que aquella persona es el amor de su vida, lo que siempre estuvo esperando, su media naranja, el hombre capaz de hacerla sentir mujer y dichosa.
Blanca es tímida y no quiere o no puede acercárcele y hablarle. El hombre se pierde entre la gente y ya no lo vuelve a ver. Cuando la ceremonia termina en el cementerio, Blanca se va junto a su hermana a casa llorando y consolándose mutuamente. Se suceden los días después del funeral y al cuarto día, Blanca asesina a su hermana Alba.
Pregunta: ¿por qué Blanca mata a su hermana?.
Esta no es pregunta de ingenio. Se trata de un test para evaluar si una persona es capaz de pensar o razonar como un psicópata. Según la respuesta que se dé a la pregunta será el resultado y se determinará si el que responde la pregunta es o no psicópata (o razona como tal). El psicópata no es exactamente un individuo malo o de pérfidas intenciones, tan sólo es incapaz de sentir empatía. No se pone nunca en el lugar de otro; no siente pena, rabia, compasión, preocupación por los otros, tan solo le son indiferentes, está vacío. Lo único importante para el psicópata es su propia persona, en cierto modo es egoísta y se encuentra inmensamente solo.
La respuesta a este test la tiene el emisor de este mensaje. Si quieres saber si eres capaz de razonar como un psicópata responde el test y envía tu respuesta al emisor, él te mandará el resultado y te dirá si eres un o una psicópata. Se permiten respuestas del estilo de: no sé, no se me ocurre, quien sabe, etc. Ojo, no es pregunta de ingenio, no hay trampas, tan sólo piénsala y responde, no le busques la quinta pata al gato".

Es obvio que la mina del cuento mató a su hermana para que hubiera otro funeral y volver a ver al mino de sus sueños. Según el test así pensaría un psicópata, pero yo sigo diciendo que no lo soy; la solución es nada más que lógica, sólo pensé con inteligencia y eso no me hace psicópata. También pienso que la mina del cuento actuó como una mujer enamorada y que una cuando está enamorada realmente, hace cualquier cosa por ese amor, y los psicópatas son incapaces de enamorarse (¿o no?), pero esto no se lo digo a mi Titán y me lo guardo para mí y para estas notas.
 Le conté al Titán la pena que sentí cuando me entrevisté con la vieja decadente y asquerosa y que si yo soy psicópata no habría sentido pena por ella, me dio mucha compasión esa señora patética y por eso la contraté de nana para que me haga el aseo del departamento; el Titán me salió con que esas eran puras disculpas, que no me creía y que yo era una hipócrita y cínica y que lo único que quería era desatar mi sadismo y crueldad sobre la pobre vieja; bueno, la verdad eso es cierto pero sólo en parte no más porque igual me da pena la viejita golfa. Además la contraté pensando en mi Titán, yo sé que a él le va a gustar la vieja decadente, yo lo conozco, es igual de sádico y morboso que yo y juntos vamos a darle guaraca a la pobre vieja puta estoy segura jajajajaja.

CHICAS BBW 4 (La vieja tetona)

                                       LA VIEJA TETONA.
Me gustaría que el busto de Claudia fuera aún más enorme de lo que es, algo así como el de doña Tremebunda, la suegra de Condorito.
Doña Tremebunda tiene un cuerpo que para éste servidor es indiscutíblemente deseable, mas sólo su cuerpo ya que su cara es repulsiva. Conste que  prefiero el cuerpo de doña Treme al de Yayita, pero los ojos de Yayita son hermosos, ovalados y grandes y oscuros. Doña Treme es hermana  y trasunto de la hipotética, de la vieja tetona de la esquina de más allá y que me la paso encontrando a cada momento del día dentro de los quehaceres. La vieja tetona de la esquina me calienta a full; su rostro es pasable, su cuerpo deseable........deseable, masturbable y culeable. ¿Cómo acceder a la vieja tetona de la esquina? plantearle una conversación, inventar un pretexto, hacerme su amigo ¿por qué lado entro? ¿cómo manipulo? ¿qué táctica? ¿cómo asalto y me tomo la plaza?
Transformarme en amante de la vieja tetona de la esquina, en su lacho que se revuelca con ella todas las semanas, el que conoce el sabor de su lengua, el que le mete el pico hinchado entremedio de sus ubres gigantescas y tiritonas y se hace una paja rusa cochina con champañazo rebosante.
En realidad no es vieja, no sé porque le digo vieja; para una persona de 40, como yo, alguien que no alcanza los 50 no puede ser llamada vieja, pero yo le digo igual, la vieja tetona, suena bien, suena cochinón y glotón. ¡Bah¡ me siento joven, "somos fuertes, somos jóvenes" decía Pat Benatar en una canción.
Me gustaría que las tetas de Claudia fueran más grandes aún, como el paquete de melones gigantes de la vieja tetona de la esquina. Me gustaría que la vieja tetona de la esquina fuera calentona y putona. Al parecer no lo es, no veo las señales, no demuestra ninguna coquetería. Hay que tener paciencia, hay que esperar.

El futuro del cuerpo de Yayita se observa en el cuerpo de su mamá Tremebunda, así va a ser la estupenda y curvilínea Yayita en unos años más...y seguro será bruja también......¿y yo el pajarraco patán?
Ojo, Claudia tiene las tetas muy voluminosas y a mi me gustaría que crecieran al nivel de un busto tremebundo ¿es pedir demasiado?  pero Claudia tiene los ojos de Yayita. La cabeza se va rompiendo, un rompecabezas se disgrega y trato de hacer un collage, recojo las trozos del suelo, de rodillas, buenas noches.
  

PROYECCIONES 4.

Como me dices que vas a entrar por el norte, entonces creo que llegarás en bus a Santiago y es por eso que te voy a esperar al terminal de la estación central. Te encuentro ahí. Bajas del bus y nos abrazamos y me voy directo a tus labios a besarte con lengua...........eso me calienta tanto, se me erecta al instante.
Siempre te beso, no quiero dejar de hacerlo, quiero cerrar los ojos cada vez que lo hago, meterme en tu boca, encontrarme con tu lengua, besarte en tus ojos, tocarte tus mejillas, tu boquita.
Nos vamos a un motel bien barato, evidente, uno medio sordidón del barrio Brasil o por el centro. Entramos en la habitación, nos empelotamos y nos metemos directo a la ducha y quiero bañarte, enjabonarte con calma, cada parte de  tu cuerpo; tú haces lo mismo conmigo. Estoy para lavarte, pero te abrazo y te chupo los pechos mojados, te los succiono hasta cansarme hasta que me dices PARA, DETENTE, HUEVÓN, pero yo sigo, tu cara hace un gesto de fastidio y eso me calienta más, me abrazo a tu cadera, me arrodillo, te chupo la concha chorreada de agua y una mano se queda arriba agarrándote una de tus tetas tan grandes que tienes, tus tetas, tus tetotas.

Estamos en una cama medio acostados medio sentados medios mojados y me tomas la cabeza, me la aprisionas con tus muslos, mi cara frente a tu vagina, mi nariz toca tus pendejos, me aprietas la cabeza, me duele pero me gusta, es como estar enterrado hasta el cuello y rodeado de un ejército de hormigas marabuntas hambrientas. Te quiero meter la cabeza dentro de mí, me dices, no se puede te contesto, métela me dices, y me la aprietas más con tus muslos gordos y fuertes y con tus manos me pegas la cara a tu sexo. Me siento ahogado, tú te ríes, me mareo por el sofoco, por la presión y tu olor a marisco, pero me gusta, quisiera morir así, quisiera morir, te digo. Jajaja te ríes y dices, entonces muere, huevón, me sueltas pero esta vez te sientas en mi cara con todo tu peso. Mi vida se oscurece, mis brazos y piernas tiemblan  pero no puedo más..........oscuridad, el pozo profundo, el abismo de tu boca abierta, ése abismo es el mío.

Descansamos, uno junto al otro, debajo de las cobijas, como dices tú. Es de noche. Estoy tan feliz, te tengo a mi lado desnudita y yo estoy también igual, desnudo, pero duermes, descansas. Yo miro en la oscuridad mi felicidad, no puedo dormir, pero soy feliz. Te abrazo, sigues durmiendo, estás tan cálida, tu cuerpo es rico, sustancioso, curvilíneo, adorable, me muero por él, pienso día y noche en él, tu carita duerme, te acaricio tus mejillas, te beso, quiero ser tierno para ti, el más tierno. Pongo mi palma en tu vagina, tu nido calentito lo siento mojado, lo dedeo, tú gimes pero duermes aún, sigo así, sigo y sigo, quiero dormirme así, con mi mano en tu nido, quiero que mi mano quede olorosa a vagina tuya. Debajo de las frazadas sólo hay olor a sexo y eso me hace excitar más, comienzo a sudar, me mojo, tu cuerpo es la estufa natural; sigues durmiendo. Me pongo encima tuyo y te penetro, despiertas, no me importa si estoy sin condón, te culeo, culéame me dices, me agarras las nalgas con tus manos y me presionas para que me meta más adentro de ti.

PROYECCIONES 3.

Tu cuerpo está aceitado, el mío también, todo,  absolutamente todo. El aceite se mezcla con el sudor, lo siento entre mis nalgas, debajo de mis axilas, entremedio de mis piernas, el cuello; tú estás igual, diría que peor: el estar así nos excita en demasía, vertiginosamente. Nos acariciamos, nos gusta hacerlo, sentir el cuerpo del otro aceitoso.
Te agarro del cuello muy brusco, te entierro mis dedos apretándolos hasta que te veo abrir la boca; te tomo por detrás, con mi pene aceitado te toco tu trasero aceitado, siento que se me endurece tanto, siento que, imperiosamente, debo sacarme el glande fuera desnudándolo,  me corro el prepucio para que el cabezón pueda respirar y gotear libremente. Tu espalda está tan mojada, brillante. Te beso la espalda y ya no doy mas; te agarro las tetas, yo detrás de ti......ojo.. detrás; las amaso, les retuerzo el pezón, tus tetas me vuelven loco, quisiera arrancártelas, comérmelas crudas asadas con aliños. Me induzco la baba para llenarte de baba el cuello. Con una mano aprieto una teta con la otra trato de refregarte el clítoris, lo jalo, tu vagina también está aceitada. Pasamos largos minutos así, y luego me dan ganas de culearte por detrás, de metértelo por el ano, esta vez no tengo pudores de ningún tipo, y quiero hacerlo para sentir mi sexo apretadito entre tus esfínteres; no me importa nada, no me importa que quede con caca, con TU caca. Te lo meto culo adentro y mientras mi mano te restriega el clítoris, tú me ayudas, no lo puedes evitar, también te refriegas con el dedo, tratas de ganarle a mi dedo de quitarme tu clítoris, nuestros dedos luchan y se resbalan se besan entre ellos también se aman, también están aceitosos  y transpirados.
Es rico sentirme dentro de tu recto. Soy violento, dándote fuerte sin piedad, aullando, lamiéndote el cuello, no quiero besos esta vez sólo lametones, quiero llenarte de mi saliva donde caiga donde chorreé...me voy, me corroooooo, AAAAAAUUUUUUUUUUUUUU.

PROYECCIONES 2.

Estoy de rodillas ante ti y te miro hacia arriba, estás desnuda. En ese ángulo te veo las tetas enormes, mucho más de lo que son: me siento amenazado, impresionado, apabullado.
 Te adoro, quisiera meterme dentro de  ti, abrirte la vagina, que fuera en extremo elástica para meter mi puño hasta la muñeca y luego mi cabezota hasta el cuello. Escarbarte el ano también..........estoy de rodillas ante ti y te miro pah rriba .....etc etc..y etc y etc hasta el infinito.

VISIONES, SUEÑOS 2.

TSUNAMI.

* A cada rato, en la tele, muestran una casa de madera flotando en el agua: es grande y bonita; se la lleva el mar para adentro cuando éste se recoge después del tsunami. Es muy posible que dentro vayan personas heridas o muertas, si estuvieran vivas se habrían subido a cubierta y harían señas pidiendo auxilio, pero no se ve nada. El cementerio de esas personas será el mar, se dice, y es como si la imagen de la casa navegando mar adentro fuera una despedida; los vino a buscar Caronte en su balsa. Pero, ¡ATENCIÓN¡ ahí se ve alguien,sobre el techo de la casa flotante, un bulto, una silueta que se agita; mueve su brazo, no se alcanza a distinguir si es un hombre o mujer, niño o adulto. Nadie se percata de la imagen, ni los periodistas que reportean ni la gente que ve la tele, sólo él se da cuenta mas nadie le cree o, más bien, es ignorado.

Un día antes del terremoto tuvo un sueño horrible. Se veía a sí mismo haciéndole el amor a unos cuerpos desnudos insoportablemente blancos y tiesos, parecían maniquíes, hombros más estrechos que las caderas, cabelleras largas sueltas y negras. Estaba chupándole la vagina a una de esas muñecas: eran varias y estaban regadas por el suelo de una playa solitaria y brumosa. Chupaba y chupaba los choros depilados hasta que reparaba en que no eran maniquíes sino cuerpos humanos reales, cadáveres fríos. Le daba un asco tan grande que se desdoblaba y luego se contemplaba él mismo por detrás: se veía a sí mismo de espaldas y desnudo mirando, a su vez, horrorizado a esos asquerosos y blancos cadáveres, pero luego caía en la cuenta de que ése otro no era él o de que ése yo que observaba por detrás se transformaba en otro sujeto, un fulano desconocido y flacuchento que, igualmente, sentía asco ya que comenzaba a hacer arcadas hasta vomitar encima de las muertitas chorros de un líquido color tierra mezclado con algo de sangre. ¿Era ese un sueño premonitorio de la tragedia del terremoto?
A pesar de tsunamis, el mar le sigue gustando, lo mismo la costa, le sigue gustando a pesar de la desolación y de  las gaviotas rastrojeando muertos en la playa.
Pobre costa, querida y amada costa, tan fresca, tan vital y húmeda.