domingo, 12 de enero de 2014

CAMINANTE 4.

Caminando por el borde, caminando por el borde, caminando por el borde siempre y desde ahora para ver si me caigo si me pasa a llevar un auto, si me desmayo saltándome comidas en el día, sobre todo saltándome comidas, el hambre se supera y el cansancio y el miedo, caminando por el borde, buscando instrucciones y compañía, sobando sombras, haciendo oscuras y melancólicas compañías, buceando por donde no se debe bucear, apenándote cuando te dejan solo, suspirando en los rincones sabiendo que nadie te escucha, sintiendo que esto ya lo viviste hace algún tiempo,  caminando por el borde, metiéndote los dedos en la garganta, no pidiendo auxilio cuando el dolor arrecia para probar bravura para que te envuelva la cabeza el dolor y poder pensar con furia a ver si eso sirve para ya no sentir el dolor y escupir sangre extraña que no se sabe de dónde viene, caminando por el borde, toreando amenazas teniendo absurdas esperanzas de algo que ya no pasará y quisieras gritar y dejar una cagada y llorar libremente o atrincherarte en casa disparando un fusil a los lacayos del orden público gritándoles, yanaconas arrastrados perros amariconados, caminando por el borde y saltar al fin a un agua receptiva y acogedora de sujetos como tú, un agua envolvente y fresca oxigenada, azul y celeste y brillante de sol.