skip to main |
skip to sidebar
HACE TRES DÍAS,
Hace tres días, Claudia me preguntó si he fantaseado alguna vez con ser esclavo. Va tan en contra de mi carácter eso de ser esclavo que no lo soportaría por mucho tiempo. Me es inaguantable la más mínima servidumbre o algo que se le aproxime siquiera, no podría ser el "suche" de alguien. No me estoy jactando, ni lo digo con orgullo o soberbia ...... y soy sincero, más aún si pienso que es muy difícil andar por la vida como un rebelde sin causa, insoportando cualquier muestra de autoridad como un cascarrabias gruñón, remedo barato de Jean Paul Marat. Sin embargo, confieso que he tenido fantasías sexuales de sometimiento. Durante mucho tiempo mis ideas estuvieron confusas al respecto y llamaba fantasías de esclavitud a lo que en realidad eran imágenes de un prisionero condenado a castigos dolorosos, torturantes e infamantes. No había algo directa o explícitamente sexual, pero fueron causa de innumerables voluptuosidades que por años pensé eran visiones demenciales y excéntricas. Claudia me ayudó a ordenar y aclarar la ideas. Vislumbra que navego en un océano tempestuoso de culpabilidad; ese sería mi demonio, un diablo que se hizo independiente y que ya no necesita de una causa, de una norma quebrantada por mí para molestarme y posesionarse de mi yo. Me hizo ver además, que mi fantasía no es exactamente de sometimiento, es decir, si lo es; estoy sometido, estoy atado, aparezco crucificado, golpeado, pero no me han logrado doblegar, ni siquiera ese es el objetivo, sólo recibo (en esas pesadillas) mi merecido, mi condena para algo que hice; en el fondo no reconozco poderes sobre mí, ni me excita hacerlo. En eso, Claudia dice parecerse a mí, dice que sus fantasías son similares a las mías, incluso más tenebrosas; víctima es la palabra que las resumiría, víctima en vez de sumisión, víctima la princesa, la reina que cae, la diosa sacrificada que succiona el dolor del mundo y lo toma para sí; de esta manera se define a sí misma, Claudia, la dolorosa. Ya había vislumbrado que no es una chica sumisa, tan sólo masoquista; se lo dije. Ella me dice que estaría dispuesta a serlo conmigo, a ser una dócil sumisa, esclava, muy humilde. También piensa que yo soy el sádico que ella ha buscado desde siempre, dice estar segura de ello y que mi verdadera vocación en el asunto es ser sádico y no masoca. No se hasta qué punto creerle, es más, creo que no me gustaría tanto que fuera sumisa (aunque yo tampoco me cierro a ser el amo y señor). Veremos, ya veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario