Rouse o Rosa o rosa María se cansa de llorar, pero no deja de tener pena. Se dice a sí misma que su suerte es desgraciada e injusta.
Puedo (y lo soy) ser dulce y lujuriosa y amo tanto y lo quiero tanto ¿cómo no se da cuenta?
Rouse o Rosa o Rosa María se autocompadece. Un día se le ocurre que la autocompasión no es reprobable ¿por qué habría de serlo?. Ese día decide sufrir voluntariamente. Trabajará incansablemente por la felicidad de él ¡que digo¡ se deslomará por el goce de él por el más mínimo de sus caprichos absurdos, sin esperar ninguna recompensa, lo hará gratuitamente, se inmolará, se lanzará al vacío por él. Rosa dice, lo juro, juro que nada esperaré a cambio, será mi entrega mi sufrimiento lo que te donaré, mi amado, me volveré tonta, seré una loca.
La silueta oscura, en la habitación oscura, le enciende la imaginación; se toca los pechos delante del hombre de la silueta oscura y se retuerce los pezones con los dedos.
Dos mujeres
Hace 4 días
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