Este será otro juego cruel, en eso consiste la estadía aquí, se divierten con juegos crueles, sólo somos piezas de un gran tablero, sólo juguetes; así pensaba Claudia cuando el gordo explicaba.
- La primera alternativa es: castigarlas a ustedes dos por el berrinche de
ésta perra ¿cómo ha de ser?, serán colgadas de las tetas y desnudas en la superficie, bajo el sol, deberán pasar tres días así, sin comer ni beber, y antes de eso, se les dará una azotaína. Si aparecen cuervos, no les espantaremos; a los cuervos les encanta el sabor de los ojos humanos, JAJAJAJAJA. Es claro que es probable que mueran antes o, si completan los tres días, mueran luego por los padecimientos o queden con las tetas horribles o hasta sin tetas. Si fallecen, serán cocinadas y servirán como alimento para las demás reclusas, un aporte nutritivo para la débil dieta que llevan acá, seguramente ya habrán oído que ese es el fin de los cuerpos de las que mueren en "Las entrañas".
La otra alternativa contiene dos subalternativas, la primera: arrojaré al abismo ahora mismo a ésta egoísta, morirá sin mayor dolor, aunque con un poco de vértigo, JAJAJAJA; la otra alternativa también es de muerte: será clavada en la cruz, en la superficie, quedará al sol, desnuda, quemándose y desangrándose de a poco hasta que muera; creo que a ella le gustará ya que no ha dado muestras de gustarle nuestra casa, parece que la encuentra algo lúgubre y oscura, entonces que se quede tomando el sol JAJAJAJAJAJA.
Los demás custodios también carcajeaban cada vez que el gordo reía y Claudia percibía, por el temblor de manos, el terror que ahora estaba apoderándose de su compañera que tenía al lado; si ésta caía en un ataque de histeria, entonces ahora ella debería pagar según las reglas de la cárcel y no habría alternativas ya que entonces sólo sería ella y nada más que ella, pero también pensó que a fuerza de ser un juego de diversión completamente arbitrario y cruel, nada podía preverse tratándose de los custodios, el capricho de ellos era el que mandaba. Si la arrojaban al abismo no sería tan malo, el pozo era profundo y nada podía verse, caería y caería y no vería nada, absolutamente nada por la oscuridad y sería mejor así, el miedo estaría aminorado y al llegar al fondo un impacto daría cuenta de ella y ya no quedaría rastro de una mujer que alguna vez se llamó Claudia; ciertamente eso era mejor a cualquier cosa, ¡que feliz se sintió de pensar así¡ sí, ella deseaba ser arrojada a lo insondable, la tierra se la comería.
-Vamos, decidan, perras, les estoy dando una oportunidad, decidan o las crucificaré a todas después de torturarlas durante una semana. TÚ (dirigiéndose a la compañera de Claudia), DIME ¿QUÉ DECIDES?.
-arroja al abismo a la egoísta.
-JAJAJAJAJA, NO DEMORASTE DEMASIADO EN DECIDIR JAJAJAJA; dime ¿por qué debería a ella arrojarla al abismo y no a ti? tú también eres una egoísta ya que prefieres la muerte de ésta y no ser tú la colgada de tetas, vamos, recuerda que debes fundamentar tu elección, vamos, has de convencerme ¿por qué debo lanzarla al abismo?.
He ahí con el jueguito otra vez, se dijo Claudia; ella ya había decidido y su fundamento lo consideró irrebatible, de eso estaba segura, la elección de ella sería la que el gordo adoptaría; ya sé cómo funciona este lugar, pensó. La otra mujer, después de dar su respuesta, no sabía cómo debía fundamentarla, no encontraba el argumento preciso y que dejara satisfecho al gordo, ¡que juego más cruel¡ se sentía perdida ya que, pensó, cualquier cosa que dijera podría volverse en su contra ¿cómo dejar contento a ese gordo horrible? Mientras, la histérica se había recuperado en algo y había oído lo que hablaba el gordo sobre su nefasto futuro que habrían de decidir sus compañeras por lo que sus gimoteos y llantos se reanudaron con más fuerza; la interrupción que significaba el nuevo escándalo dio tiempo a la mujer para pensar en lo que diría al gordo, mientras éste daba de latigazos a la llorona. Una patada en el vientre volvió a callarla y el gordo dijo:
-DAME TU RESPUESTA AHORA.
-debes arrojar al abismo a ésa gritona, nos perjudica, es egoísta y altera el equilibrio del penal, será mejor para todas, además es justo, ella fue la que cometió la infracción.
-no eres muy solidaria, ni compasiva ¿no piensas en su dolor y angustia? eres también cruel y más egoísta que ella.
-sólo soy justa.
-y cruel como bandida que eres, por eso estás condenada a este presidio.
-no soy cruel, señor, sólo pido un castigo para quien lo merece y pido que sea arrojada al abismo y no crucificada, ya que la cruz prolongaría su dolor y eso sí es cruel, en cambio cuando la lances al vacío todo terminará para ella en forma rápida, es un castigo compasivo.
Ante aquellos argumentos el gordo quedó estupefacto sin saber qué decir, era muy razonable la fundamentación. Claudia también pensó lo mismo y ya no estuvo tan segura, como antes, de la solidez de los fundamentos que pensaba argüir.
-Has razonado en forma brillante, reclusa, debo reconocerlo ¡uf¡ hasta me gustaste, me gustan las perras inteligentes como tú, ¿o debo decir zorras? JAJAJAJA, sólo una zorra astuta podía contestar así; cuando ya estés oficialmente declarada reclusa, con la marca infame y los aros, te sodomizaré, sentirás la fuerza de mi sexo en tus entrañas, esa será tu recompensa y bienvenida JAJAJAJA ¿qué opinas?.
La mujer se quedó callada, el gordo la abofeteó fuerte y dijo,
-CONTESTA CUANDO SE TE DIRIJA LA PALABRA, ESA ES UNA NORMA AQUÍ QUE DEBES APRENDER.
-SÍ, sí, sí, señor, opino que está bien, gracias por tu regalo.
-JAJAJAJA, así está mejor ¿ves que es fácil la vida en "las entrañas" si se tiene paciencia y se respetan las reglas? JAJAJAJAJAJAJAJA.
Al reír el gordo movía involuntariamente la barriga, Claudia se imaginó desde ya a esa barriga encima del cuerpo de su compañera cuando la estuviera sodomizando. Todos los custodios que había visto hasta el momento le parecieron hombres feos o en estado lamentable por lo viejos o gordos o demasiado escuálidos de carnes, todos tenían una expresión triste en los ojos cuando no era siniestra como la del gordo, sudaban hediondo y sus pieles lucían pálidas o en extremo bronceadas, ninguno vio que le mereciera al menos una admiración a primera vista. De improviso el gordo se volvió hacia ella diciéndole,
-ahora tú, gorda tetona, dime tú ¿qué has decidido?, ¿has decidido algo para la egoísta?
-sí, señor, he decidido que debería ser crucificada bajo el sol.
-¿QUÉEE? ¿en verdad, hablas en serio?
- muy seriamente, señor.
-eso sí que es cruel, no tienes nada de compasión.
-puede ser, mas es lo que se merece.
-y tú ¿qué te mereces? eres egoísta también, más bien cruel.
-no sé lo que soy exactamente, pero como has dicho, soy como todas aquí una condenada y una cosa, no tengo derechos, no pretendo ser otra cosa, mi vida ya acabó y no tengo miedo de decir que prefiero ver a ésta chillona colgada de la cruz.
-nada de solidaridad tienes en tu corazón.
-ella tampoco la tuvo.
-AAAAH , ¿ERES RENCOROSA?.
-sólo elijo de entre las alternativas que tú me diste.
-y ¿qué te parece si decido colgarte de tetas allá arriba? tus tetas son grandes, eres especial para eso, además tu corazón duro se lo merecería.
-si me cuelgas sólo me queda aceptar con humildad y resignación.
-¿eso es humildad o un desafío de orgullo?.
-sólo la verdad, no hay más reglas que el capricho de los custodios y el sufrimiento de nosotras las reclusas de "las entrañas del dolor".
-eso es cierto, hablas con verdad, pero no me has dicho por qué debo crucificar a ésta y no arrojarla al abismo o colgarte a ti de las tetas; quiero que fundamentes tu elección porque así como vas creo que terminaré colgándote de las ubres por falta de solidaridad y egoísmo.
-cuélgame si es eso lo que deseas, mas te digo que ésta se merece la cruz porque es egoísta, llevó al castigo a su compañera allá arriba hace un rato pensando que su vida, que su miedo, eran más importantes que la vida o el temor de nosotras, a pesar de tu advertencia y de la lección contundente que le diste, y yo diría, generosa lección; no escarmentó y volvió a fastidiar en este lugar cuando ni siquiera es oficialmente una reclusa marcada y cuando su condena no pasa de un año de prisión, estimulando con sus berrinches aterrorizados el miedo de nosotras y no importándole.
-es verdad todo lo que dices, pero debo decir que es un castigo cruel el que eliges para ella, hay rencor en ti e ira, creo que te colgaré de las tetas, los rencorosos lo son debido principalmente a su egoísmo, eres egoísta, al fin y al cabo no dejas de ser una delincuente que sólo piensa en sí misma.
-en realidad, si pensara en mí misma elegiría el abismo para ella, así se acabarían sus molestos gemidos de una vez y para siempre, pero elijo la cruz ya que si la lanzas al abismo su carne se perderá, en cambio si muere arriba, colgada de los clavos, al morir se aprovechará su cuerpo y mis compañeras reclusas se verán beneficiadas con algo más de nutrición a sus escuálidas dietas de tal modo el sufrimiento de ella no sería en vano y en algo aliviaría el dolor de la demás.
-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, en verdad me sorprendes, tetona; si tu compañera es una zorra, tú eres una serpiente de la cual se debe uno cuidar, tu inteligencia es proverbial JAJAJAJAJA. Creo que has comprendido más que tu compañera el espíritu que gobierna "las entrañas". Custodios, desnuden a la gritona y que vuelva a la superficie y sea clavada en el acto a la cruz.
CONTINUARÁ.
Dos mujeres
Hace 4 días
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